Eliana Hernández
Pachón (Bogotá, 1989)
I
mientras el puerto
se descongestiona
espero sentado en el andén
con una caja en el regazo
un barco lleva palabras
es decir
pruebas materiales
cuando a las palabras no se les pide nada
se transforman en cosas
con masa y consistencia:
pueden caber en una caja
al llegar a su destino
son algo más que un soplo:
deslumbran
la sal en el aire
las ha fortalecido
el mar siempre trae noticias
pero los barcos que llevan palabras
vienen todos los martes
los lunes
y cuando el viento enrojece
las mejillas
lo cual puede ser
tres veces al mes
dentro de la caja hay un equilibrista
una medusa que perdió el rumbo
agrego además
una puesta y una salida de sol diarias
mirando el horizonte
yo siempre esperaba volver
cuando logro nombrar
no el recuerdo
sino las formas del humo en el puerto
y el olor del mugre
solo en ese momento
el acróbata retoma su acto
el equilibrio
(bien se sabe)
es un estado en tensión
mientras espero
un niño toca en una esquina
un acordeón azul magenta
por mi caja soy un hombre
que escribe al anochecer
de día avisto el velero
II
he decidido lanzarme al agua
soy un marino con una caja
y un equilibrista
tres leguas cargo para conocer el mundo
cuatro paredes tiene mi caja
frente al abuso poético del mar
solo queda ser marino
es necesario
primero
sumergirse en las profundidades
tocar el mar en su punto cero
en su principio común
que comparte con
la mujer que dejó el pañuelo
en el puerto y
la baba que escurre por la boca de la mula
cansada de cargar telas
es necesario y aún así
brilla el mapamundi
mi nueva estrella septentrional
guía de viaje
hago un inventario de mis pérdidas
(el agua es un lugar perfecto para las listas)
haciendo honor a su magnificencia
y profundidad
uno: la mujer en el puerto
(sus ojos vidriosos pudieron haber sido míos)
dos: me atravieso todo en ti
tres: el equilibrista ha perdido su tiento
cuatro (nota mental): el mar furibundo devora veleros
frente a mis ojos
III
el mar acaba en mí
el corazón de los equilibristas
no
tambalea[[R
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