[2008, 2010, 2012 y 2014]
¿Para qué un
festival y no solamente una escritura como innovadora del lenguaje? Qué se
ilumina invitando y hablando y también festejando, sino las fuerzas peculiares
del enlace de los individuos, ensayar reacciones en partículas tiene
dimensiones de querer un ecosistema. Hacer movimiento es también un curso de la
naturaleza que transcurre en nuestra literatura como un huracán, un tsunami y
un meteorito. Los pasados festivales subterráneo no pretendieron edificar
ninguna memoria que no tuviera ese registro-recuerdo-revelación de un paso de
poesía que derribaba las ciudades del pánico, a saber las de Autoridad, Libro y
Literatura. Una ética brillante es la amistad y por eso hoy hacemos un festival
alienígena (de nacimiento subterráneo), para poner la palabra poema a un
sustrato, ésa es la investigación emprendida por un grupo de niños toscos poetas,
artistas de la desesperación en el 2008, (año del primer festival subterráneo
en la Ciudad de México) y encontrar en la
necesidad más necesidad, un perseverar haciendo para quitarse la tristeza que
nos produce el código “escritor para la literatura”, a como lo vemos ahora la
poesía sigue asfixiándose, entonces cuál es sino esta necesidad de impactarse
con la diferencia, la bella ilegalidad de decir que somos una nube de adictos
que quieren ser alquimistas y contagiar una epidemia llamada enfermedad de la
crisis de la literatura mexicana.

Entonces como ahora
no conquistamos ningún espacio, no mandamos ningún astronauta en camino de
poner una bandera para la literatura, sino que nos nutrimos y hubo que
contender por la propia ficción, filosofía y festejos con que tallamos escritura,
para hacer algo personalísimo también, y entonces alquimia, una simbiogénesis, un
organismo plebeyo nacido de una nueva lengua en la naturaleza, donde los libros
son simbiontes de cuerpos visuales, musicales, verbales!. La tradición como la
evolución sigue apegada a la ortodoxia, por entender como un cambio en
literatura la constante mutación y revolución de las formas y no intuyen que la
evolución misma a la que nos dirigimos es a integrar, hospedar las palabras a
un órgano quimera, esta evolución es la que llamamos a tener un destino alienígena:
Bosque de Mineral El Chico, Casa del Poeta en DF y de Ciudad Neza, Pirámide de
Santa Cecilia, Centro Cultural Universitario del Chopo, Colegio de Ciencias y
Humanidades, Pulquería de las licuadoras, Basurero de Chalco, Bahía de
Navachiste, Laguna de Bacalar, ¿sino para qué hacer un festival en lugares tan
disímiles, remotos y a veces sórdidos? Ir a donde ya no vamos, encontrar donde
ya no encontramos lugares, personas, ánimos, ahí están sembrados los lenguajes
subterráneos, creciendo como un enigma político, económico y comunicativo, porque
y si resultase que la poesía tiene la intención de llevarnos a este nuevo órgano,
ojo, oído, contorno de algo que quedó tecnológicamente suspendido, algo que nos
está esperando, entonces para qué queremos un festival de la poesía que salga
en los diarios sin salir a los barrios de la mente.
Queremos una
liberación de la complejidad del espacio, las secuelas de una vida.
Este año, 2014,
terminará el último festival subterráneo y vamos dándonos a entender que un
festival de literatura, música, arte y ciencia, será el guión de una película
(con locaciones y actores que se incitan) donde no perdemos la poesía, la
ganamos: Los Simbiontes [[R