Martín
García López (Querétaro, 1991)
Para entrar en
la universidad me pidieron el Acta de nacimiento. Una más reciente y no ésta
tan jodida. ¿Por qué chingados quieren un acta nueva? ¿Qué tienen de malo las
actas viejas, arrugadas, amarillas, rotas? Además, no tiene más de 18 años que
nací.
Tuve que pararme a las 7 de la
mañana. Y entre despertar y cabecear apenas pude ir a tomarme un jugo de
naranja y un café. Pero aún así sentía la cruda. No terminaba de curármela.
Chance un agua mineral y ya´stuvo, no hay pedo, en un Oxxo me detengo y la
compro.
Formado ya en la fila del Registro
civil sostenía el agua mineral en la mano. Sólo unos chorritos y le doy cuello.
Pinche cruda. Me lleva la chingada. Delante de mí hay 15 siglos. Me mordí los
labios. Ya no cabeceaba. Sentía cómo mi vientre se inflaba y, para terminar de
chingarla, la señora de negro en la ventanilla no se apuraba. ¿Por qué
chingados necesito un acta de nacimiento nueva? Apenas tengo 18 años.
–Avancen –dijo la señora de negro.
¡Qué bien, sólo faltan 14 siglos y
será mi turno! Y aunque estoy tan pinché ojerosos y cansado se que lo estaré
más a los 24 años cuando no encuentre trabajo y este chambeando de taxista y
tenga que venir por un acta nueva y diga: ¿Por qué chingados necesito un acta
de nacimiento nueva? Apenas tengo 24 años.
Me están entrando ganas de mear. No quiero dar más pasos. Así falten
13 siglos para llegar no me voy a mover de aquí.
Pinche jugo mezclado con café y agua
mineral. Apuesto a que están cogiendo los 3, dándose sus arrimones en mi
vejiga, violándose al six de anoche que me tomé. Me pica el vientre y se me
inflama, las piernas me tiemblan, me suda la cara. Me estoy meando y pensaré lo
mismo cuando tenga 32 años y sea panzón y esté
formado en la misma fila sin avanzar y diga: ¿Por qué chingados necesito
un acta de nacimiento nueva? Apenas tengo 32 años.
Estoy a 7 siglos de llegar. Ya no
aguanto el sudor, ya debería de rendirme y salir de la fila para ir a mear.
¡Eso es! Le pediré al señor de enfrente que me aparte mi lugar en lo que voy al
baño.
–Disculpe señor –toqué su hombro y
dio la vuelta un hombre calvo que se relamía los labios– podría apartarme mi
lugar en lo que…
–No –contestó de inmediato dándose
la vuelta.
–Pero es que debo de…
–No.
¡Mierda! Pinche calvo. Púdrase en el
infierno del cuero cabelludo.
Cuando yo tenga 45 años y esté así
de calvo, formado en esta fila, y un chico me pida que le aparte el lugar lo
haré, pues mi mayor prioridad será pensar: ¿Por qué un acta de nacimiento
nueva? Apenas tengo 45 años.
Estoy a sólo 3 siglos de que me
toque. Las piernas ya ni se mueven, ya ni quiero moverlas, ya debería de usar
andadera y moverme como un viejito. No aguanto las ganas de mear. Si me salgo
no podré regresar a la fila y estoy aquí desde hace casi 20 siglos.
Cuando tenga 68 años y esté formado
en esta fila, el piso se moverá solo, muy la onda de los Supersónicos. Así no
sufriré por mear y caminar y pensaré: ¿Por qué chingados necesito un acta de
nacimiento nueva? Apenas tengo 68 años.
¡A huevo! ¡A huevo! ¡A huevo! Estoy
a sólo un siglo de pasar. Sólo debo de apretar los dientes, hacerlos chillar;
sólo debo de jalarme los pelos y no respirar. ¡Sólo un puto siglo más y podré
mear! Estoy muy ansioso.
Escucho al calvo hablar con la recepcionista:
–CURP, por favor –dice la señora de
negro.
–Ah, KALM78… no me acuerdo –contesta
el calvo acariciándose la cabeza grasosa, calva y sudorosa; sudorosa y llena de
gotas, muchas gotas.
¡Chinga tu…, pinche madre calvo! ¡Ya
apúrate! ¡Quiero mear! No aguanto. Por favor, ya acuérdate, sí, ya sé que
cuando tenga 82 años mi cabeza estará conectada a una laptop y hablaré por un
respirador a la Dark Vader, con el pene flácido, arrugado, con partes de robot
en el cuerpo y, entonces, apuesto a que
pensaré: ¿Por qué chingados necesito un
acta de nacimiento nueva? Apenas tengo 82 años
¡Al fin me toca! ¡Yaaa! ¡Al fin! No
puedo más. Le diré mi CURP a la señora de negro y esperaré unos segundos,
imprimirá mi nueva Acta de nacimiento y me iré a mear.
–CURP, por favor.
Mi boca no se puede mover, mis ojos
se ponen en blanco, en rojo y al final en amarillo. ¡El estómago se me
desinfla! ¡Se está soltando! El calor me baja por las piernas. Escucho el
sonidito de gota por gota cayendo de mis pantalones al mosaico. Taca. Taca.
Taca. Un sonidito que me relaja y me arrulla.
¿Por qué chingados necesito un acta de nacimiento nueva?
Apenas tengo 18 años. ¡Ah ya sé por qué! Porque ya estoy viejo [[R
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